Desde este
modesto blogspot de IU, una vez pasadas
las Fiestas, quisiéramos hacerle un pequeño homenaje a Pablo García, porque
algo que es inalcanzable para un pueblo como Villaralto, tener un Recital Lírico con la voz de Pablo García, no tiene precio, y sugestiona, llena y nos enorgullece,
comprobar como paisanos y vecinos de la
comarca que valoran, aprecian y conocen
“el bello canto” disfrutan esa noche a lo grande con él. Ya quisieran muchos pueblos poder contar con esta maravilla de tenor. Y NO COBRA NADA.
¿Verdad que se pueden hacer muchas cosas, en nuestro tiempo libre, como
voluntarios sin cobrar nada?
Nuestro agradecimiento, como Ayuntamiento,
a él y a su familia por esfuerzo que hace por brindarnos ese magnífico recital y ojalá lo podamos
tenerlo en años sucesivos. Es un prestigio insuperable
para todos los villaralteros. Gracias
Pablo.
Como colofón, publicamos las impresiones de Antonio Funes, un
auténtico poeta de pueblo sobre esa noche mágica referida a Pablo:
¡Imposible no sentir! Fue una noche
mágica. El firmamento reunió a todos sus astros en el firmamento del cielo para
que pudieran escuchar a un jilguero. Su voz se desparramó sobre el empedrado de
la placeta con un sonido íntimo, familiar.
Pablo encarceló todos los ruidos; ni el
ruido de una mosca, ni el piar de un pájaro, nuestro corazón se arrugó
como una patata. Este villaraltero se fundió en un abrazo con su pueblo. Nos
habló de cosas sencillas, de sus calles, de sus vivencias. Cual pastor antiguo
mercadeó su “Oh Marie” con unas gachas cortijeras. Danzó en las olas de su mar
con una adelfa, sopló vida a un alcalde inyectándole sangre de sus venas, nos
rezó una oración con su “Maitechu”, ¡ay Maitechu!, el piano egabrense zurció el
pentagrama en el silencio de la noche.
Te agarraste a tu raíz, ¡ay del
que pierde su raíz!, echaste ramas, diste sombra, y al final el tallo volvió en
busca de su cepa. La ventana de tu pueblo está abierta. La piedra sigue aquí
mirando esa encina que envejece, y esa adelfa que tu anoche sembraste seguirá
viviendo, recordando el suave danzar de
tu canto.
Todo pasa y todo queda, pero tú Pablo, anoche naciste para quedarte y a mí
me gusta que te quedes para que des vida a unas gachas cortijeras.
Antonio Funes Delgado.
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