Calientan motores en el mundo entero para convertir el próximo 15 de octubre en una jornada de protesta, en una oleada en la que la gente le diga a los poderes políticos que ya está bien de apoyar a los que explotan la situación de crisis en lugar de a los pueblos que los eligen en las urnas. Personalidades como José Luis Sampedro y Federico Mayor Zaragoza animan a sumarse a la protesta 'Unidos por un cambio global', pues entienden que los ciudadanos tienen que tomar protagonismo en un momento de cambios históricos. En Twitter, TomalaCalle15O es trending topic , de los temas más comentados, una marea de frases cortas en la red que se resumen en el miedo y la indignación ante un futuro incierto.
En el lado opuesto, los sesudos economistas, los analistas financieros, los mercados internacionales y esas sanguijuelas sin rostro que son las agencias de calificación repiten el mismo mensaje de austeridad para con los débiles, de recortes en el sector público y en la atención social, de reforma laboral en la que patrono y obrero estén en igualdad a la hora de negociar. Y, en España, esperan atentos a la llegada del nuevo Gobierno, sea Mariano Rajoy (se supone), sea Alfredo Pérez Rubalcaba, aconsejando que el nuevo presidente haga los ajustes "cuanto antes", porque la calle se está poniendo fatal, y cada día se pondrá peor. Más o menos así lo decía en Córdoba el presidente de la CEA, Santiago Herrero.
Rápido, dicen, pues lo consideran imprescindible, y a lo mejor llevan razón. Pero cómo extrañarse de que la calle se ponga fatal cuando los que desahucian a una familia de su casa por un impago de 10.000 euros son los mismos que, tras hundir la caja de ahorros que gobernaban, se marchan con una indemnización de 5 millones de euros. http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/miedo-a-calle_669848.html